martes, 10 de noviembre de 2020

Alfred Hitchcock Presenta - Temporada 2

Argumento: Alfred Hitchcock introduce relatos independientes con unos denominadores comunes: el suspense y el crimen. A su finalización, concluye con un epílogo de tono cínico sobre lo que aconteció posteriormente.

ANÁLISIS DE ALFRED HITCHCOCK PRESENTA – TEMPORADA 2

 

Lo mejor:

Las diversas formas en las que aparece el suspense y el misterio.

La diversidad temática.

Diálogos cuidados.

Creación de una atmósfera inquietante.

 

Lo peor:

Algunos comentarios de Hitchcock carecen de gracia y parecen estar fuera de lugar.

Algunos capítulos tienen cierto mal gusto y resultan morbosos.

El final no siempre logra el impacto deseado.

 

Capítulos que tuvieron una versión posterior:

Conversación sobre un cadáver

El secreto del Sr. Blanchard (Obsesión por el crimen)

Rodeados de niebla (En la niebla)

 


Los pecados:

Las manos del Señor Ottermole: el descontrol.

De Mortuis: la infidelidad (la esposa), la venganza y los celos (el marido) y la indiscreción (los amigos).

Yo maté al Conde: demasiados motivos y culpables, que se asemeja a una conspiración para que ninguno pueda ser acusado.

Toby: la locura persistente (aunque no sería un pecado, sino una situación traumática).

Rodeados de niebla: miedo a quedarse sola.

El día del juicio final: la adicción al juego que le lleva a robar (coger prestado con intención de devolverlo).

Sábado lluvioso: inculpar a otro de un delito.

Encúbreme: la mentira.

El rosal: el encubrimiento.

Pesadilla en 4D: los celos.

Mi hermano Richard: el asesinato y el chantaje.

Nadie es tan ciego: la egolatría.

El chiflado: la codicia.

Malicia doméstica: la infidelidad, que le lleva a envenenar a su esposa para poder estar con su amante.

El secreto del Sr. Blanchard: el cotilleo y el exceso de imaginación.

Matar con amabilidad: la ambición, que les lleva a intentar matar a alguien para beneficiarse del seguro de vida.

Un negocio mejor: venganza por celos.

Jonathan: el asesinato y la venganza.

Conversación sobre un cadáver: la ambición por quedarse con la casa.

El veranillo de San Martín: la ambición por cobrar el dinero del seguro.

Un hombre muy querido: la confianza y el tratar bien a alguien desconocido (no sería un pecado, sino una virtud capaz de cambiar a una persona).

Una milla más: el asesinato.

El cuerpo de John Brown: inducción a la locura.

El esposado: intento de corromper a un policía y la precipitación (que le lleva a romper la llave de las esposas cuando lo mata).

Lo más gracioso de todo: la confusión de la realidad con la ficción del papel interpretado.

El número 22: se muestra incauto, no mide las consecuencias y peligros que pueden llevar sus actos por insignificante que parecía en principio.

El círculo vicioso: las ansias por ascender a toda costa.

Padre e hijo: la codicia por el dinero.

El indestructible Señor Weens: despreciar la ancianidad, banalizar las ganas de vivir, dar por muerto a alguien que todavía no lo está.

La botella de vino: los celos.

Uno para el camino: asesinato por celos.

Los tres sueños del Señor Findlanter: la intención de matar.

Gente peligrosa: la desconfianza.

La noche del fin del mundo: la crueldad de la broma (el bromista) y la falta de responsabilidad (el mendigo)

Martha Mason, estrella de cine: el narcisismo.

La cápsula de tiempo de West Warlock: la venganza, la falta de aguante.

Dormir un poco: la locura que impulsa a matar.


Tramas más originales:

De Mortuis: comete el asesinato después de saber que tiene una coartada (se las dan los amigos antes del asesinato).

Yo maté al Conde: por ley, no pueden acusar ni encerrar a nadie si hay otro que ya ha confesado. En este caso hay un gran número de personas que se atribuyen la autoría del crimen de forma convincente, con móvil y confesión incluida.

Un negocio mejor: contrata como asesino a sueldo al amante de su esposa para a ambos.

Los tres sueños del Señor Findlanter: planea un asesinato con todo detalle que no llega a cometer por el fallecimiento de su esposa de muerte natural.



Capítulos que han jugado del equívoco:

Las manos del Señor Ottermole: confiaban el sargento, que es una autoridad policial, sin imaginar que era él.

De Mortuis: los amigos dan por hecho que el marido ha matado a su mujer y la ha enterrado en la zanja, sin embargo, no había crimen, la esposa estaba paseando por el bosque.

Yo maté al Conde: resulta confuso descubrir al culpable teniendo a tantos que se autoinculpan. Cada vez que uno confiesa el crimen y van a cerrar el caso, aparece otro que también confiesa el mismo crimen.

Toby: el supuesto bebé que ocultaba, era realmente un gato.

El día del juicio final: el jugador pensaba que tenía una jugada ganadora, pero ha confundido una carta.

Sábado lluvioso: preparan un escenario para inculpar a otra persona con motivos para el asesinato. En teoría no iban a delatarlo, pero lo hacen en cuanto el coronel se marcha.

El rosal: el argumento del libro está basado en un hecho real: la hermana de la escritora mató a su marido.

Pesadilla en 4D: un hombre ayuda a la vecina de ocultar un cadáver, cuando ha sido él quien lo ha matado.

Mi hermano Richard. Intentan culpar a otra persona del crimen.

Nadie es tan ciego: hasta el final, el espectador no ve la marca de nacimiento en el rostro del protagonista.

El chiflado: la pareja cree que quiere matarlos, pero realmente es un policía que pretende que se delaten.

Malicia doméstica: parece como si lo estuviesen envenenado a él, cuando es él quien envenena a su esposa.

El secreto del Sr. Blanchard: la protagonista, una y otra vez, cree que la sra. Blanchard ha muerto asesinada por su marido.

Un negocio mejor: pensábamos que el asesino a sueldo iba a matar a la esposa y a su amante, pero mata al marido porque, casualmente, es el amante dela mujer.

Jonathan: iban a envenenar a la esposa, pero ella lo intuye le da el brandy a su marido.

Conversación sobre un cadáver: las dos hermanas y el casero se van culpando y jugando a quién mata a quién. La que parecía más dócil resulta la más manipuladora, que se las ingenia para salvar al casero del veneno de su hermana, convencerlo de que lo ha salvado, propiciar que el casero mate a su hermana en defensa propia y llame a la policía confesando que la ha matado y exculpándola (antes de morir envenenado por ella).

El veranillo de San Martín: pensamos que el marido es la víctima hasta que descubrimos que también lo investigan a él por el mismo motivo: matar a su cónyuge para cobrar el seguro.

Un hombre muy querido: pensamos que el protagonista es un honorable juez y, tras su muerte, se descubre que su nombre era falso y era un asesino que jue juzgado por dicho juez.

El cuerpo de John Brown: ingresan al marido en un sanatorio haciéndole creer que está loco y, cuando necesitan sacarlo para salvar el negocio, se ha vuelto loco de verdad.

Lo más gracioso de todo: supuestamente le han dado un papel para interpretar, pero realmente es un asesinato real para que éste le libre del chantajista.

El número 22: el ladrón no podía imaginar que el hombre al que había atracado había fallecido.

El círculo vicioso: el protegido ha engañado al mafioso atribuyéndose un accidente como si fuera un homicidio.

El indestructible Señor Weens: contra todo pronóstico, el diagnóstico no era falso, y el anciano pasa de estar al borde de la muerte a recuperarse; sin embargo, quien se muere es alguien mucho más joven.

La botella de vino: la botella no estaba envenenada, pues el juez nunca había condenado a muerte a nadie.

Uno para el camino: la amante le hace creer a la esposa que su marido ya se ha tomado el café y se ha marchado. Realmente, no se lo ha tomado, pero la amante se lo da al saber que no va a dejar a su esposa por ella.

Los tres sueños del Señor Findlanter: después de todo el plan, nadie se imaginaba que la esposa había fallecido ya de manera natural

Gente peligrosa: al saber que un preso se ha fugado, un abogado y un contable sospechan el uno del otro mientras esperan el tren.

Martha Mason, estrella de cine: Martha mata a su marido y se inventa una rocambolesca historia de que la ha dejado por una amante, sin embargo, resulta que sí había una amante que imagina que lo ha matado, ya que, de haberse ido con alguien, se hubiera ido con ella.

Dormir un poco: la protagonista cree que es inocente, pero acaba estrangulada.


Finales con justicia cínica:

Rodeados de niebla: la señora no tiene miedo del criminal con el que confraterniza, pero sí que dispara cuando aparece otra persona que no sabe quién es (y que resulta ser su propio marido)

El día del juicio final: su oponente se retira de la apuesta, cuando realmente el jugador no tenía la baza ganadora que pensaba.

Encúbreme: el asesino se había creado una coartada diciendo que había estado en casa todo el día, y llega un repartidor diciendo que había venido varias veces a entregarle un paquete.

Mi hermano Richard: la madre del inculpado mata al asesino creyendo que es el fiscal que inculpaba a su hijo. Cínicamente, ambos crímenes se cometen por detrás.

Nadie es tan ciego: por mucho que se disfrace, la marca de nacimiento siempre lo delatará, aunque él no quiera verla, el resto sí que la ven.

El chiflado: la propia codicia los delata: pues antes que la huida por una bomba, prefieren salvaguardar las joyas de la tía que estaban escondidas

El secreto del Sr. Blanchard: la sra Blanchard se había levado el encendedor para que lo arreglase su marido. De lo que se había imaginado la vecina, no ocurría nada.

Matar con amabilidad: incendian la casa, pero no pueden matar al señor porque olvidan ponerle el anillo para la identificación.

Un negocio mejor: el asesino a sueldo que ha contratado lo mata a él.

Jonathan: el envenenador resulta envenenado.

Conversación sobre un cadáver: la hermana más dócil logra la casa y librarse de su hermana y del casero, que, además, la ha exculpado.

El veranillo de San Martín: han ido a casar un hombre y una mujer de los que se sospecha que matan a sus cónyuges para cobrar el seguro.

Un hombre muy querido: al creer que era un honorable juez, era un hombre muy querido, pese a que realmente era un asesino.

Una milla más. No ha seguido el consejo del policía de arreglar la luz del coche y, es nuevamente parado e invitado a seguir al policía hasta un taller donde le abrirá el maletero (donde está el cadáver).

El cuerpo de John Brown: tanto intentaron hacerle creer que estaba loco, que al final se ha vuelto loco y no puede ayudarles a salvar el negocio.

El esposado: el criminal intenta comprar al policía para que lo libere, al no lograrlo logra matarlo de un disparo rompiendo la llave de sus esposas, por lo que ya no se puede liberar.

Lo más gracioso de todo: el asesino se entera al final de quién ha enviado al actor y, por tanto, quién ha escrito ese guion.

El círculo vicioso: si uno hace cualquier cosa por ascender y ser el protegido del jefe, vendrá el siguiente “candidato a protegido” a matarlo y quitarle el puesto, con la misma falta de escrúpulos.

El indestructible Señor Weens: querían que uno de la asociación falleciese y fuera enterrado en las parcelas para promocionarlas, y el que acaba falleciendo es el que ha tenido la idea.

La botella de vino: al tratar de salir de la habitación, el amante dispara y mata accidentalmente al juez, aunque el juez no había envenenado el vino.

Uno para el camino: la esposa se sentirá culpable de la muerte del marido, ya que ella puso el veneno en el azúcar (que iba dirigido a la amante).

Gente peligrosa: después de sospechar el uno del otro, el abogado y el contable deben colaborar para retener al preso.

La noche del fin del mundo: para el bromista, el mundo se terminó a las 11:45 h, tal y como decía en su broma.

Martha Mason, estrella de cine: la delata su propia mentira, ya que sí había una amante.



Lo más:

Numeroso: el número de “culpables” del crimen del Conde.

Cínico: el ayudante le dice al detective que el número de autoinculpados en el caso del Conde, compensa los casos que no resolvió.

Dificultoso: bajara el cadáver al sótano (Pesadilla en 4-D)

Inservible: la llave de las esposas tras el disparo del criminal (El esposado)

Agónico: la subida de las escaleras (El indestructible Señor Weens).

Malicioso: la amante le hace creer a la esposa que su marido ya se ha ido y se ha tomado el café con el azúcar envenenado (Uno para el camino).

Fantasioso: Findlater (y sus sueños con la mujer exótica de los Mares del Sur) y la admiradora de la actriz (Martha Mason, estrella de cine).

 

Criminales que salen impunes:

De Mortuis: el marido se asegura de que su esposa no ha visto a nadie y se siente respaldado por la coartada de los amigos.

Yo maté al Conde: no se puede acusar a nadie mientras todos mantengan su confesión de culpa.

Rodeados de niebla: en el capítulo no es detenida, pero se presupone que acabará siéndolo.

El día del juicio final: podrá devolver el dinero porque no lo ha perdido en la puesta (su oponente se ha retirado).

Un negocio mejor: no llegan a atrapar al asesino a sueldo, pero el que lo ha contratado muere.

Conversación sobre un cadáver: la hermana dócil sale impune.

El veranillo de San Martín: la pareja ha salido impune de sus anteriores estados de viudedad, pero la pregunta ahora es saber quién caerá primero.

Un hombre muy querido. Hasta después de la muerte no se sabe que era un criminal, pero es posible que ya hubiera pagado su crimen y cambiado.

El cuerpo de John Brown: salen impunes de la falsa acusación de locura del marido, pero lo han pagado con su negocio hundido.

Lo más gracioso de todo: el productor quería librarse del actor mandándoselo a un asesino, pero éste lo descubre, por lo que no sale impune. Sin embargo, el asesino sí.

Padre e hijo: el hijo delata al amigo del padre (que se escondía en el sótano) para cobra la recompensa.

Uno para el camino: la amante sale impune de la muerte del marido, la esposa que quería envenenar a la amante cree que ha provocado la muerte de su marido.

Los tres sueños del Señor Findlanter: es un criminal no material, pues lo planeó en su mente y no llegó a ejecutarlo.

La cápsula de tiempo de West Warlock: no llegan a detener al taxidermista.


Peculiaridades:

Yo maté al Conde: capítulo de tres partes con similar esquema de confesiones del crimen.

Rodeados de niebla: el episodio se desarrolla en un mismo espacio: la casa.

El día del juicio final: la peculiaridad está en qué hubiera pasado si el jugador hubiese visto la cara correcta que tenía.

Oportuno: la llegada del repartidor diciendo que había estado varias veces cuando el asesino ha declarado que estuvo en casa.

El rosal: el editor intuye el asesinato real tras leer la novela.

Pesadilla en 4D: mata al novio de la vecina por celos sin saber que era el amante de su propia esposa.

Nadie es tan ciego: inventar un asesino con un disfraz cuando no hay disfraz que oculte su marca de nacimiento.

Matar con amabilidad: incendian la casa en balde.

Jonathan: se intercambian los papeles de asesino y víctima.

El veranillo de San Martín: se juntan a dos asesinos y no hay víctima inocente, pese a lo que pensaban las aseguradoras.

Un hombre muy querido: cuando se trata bien a una persona como si fuera bueno, se puede logra que esa persona cambie.

Lo más gracioso de todo: un actor hace una interpretación tan creíble que en lugar de ver al actor, el asesino ve a un acusador.

El número 22: un insignificante robo se convierte en un homicidio.

El círculo vicioso: cada uno recibe su merecido (su propia moneda) por parte del siguiente.

El indestructible Señor Weens: el que parecía que iba a fallecer, se lo toma como un reto y se va recuperando.

Uno para el camino: una pone el veneno, otra lo administra conscientemente, y el otro se lo toma.

Gente peligrosa: la trama sucede en la sala de espera de una estación de tren.

Martha Mason, estrella de cine: se oye la voz interna de la protagonista.

La cápsula de tiempo de West Warlock: el cadáver se encierra en un caballo con otros objetos que pretende ser una cápsula del tiempo que se abrirá en el  futuro.



Elementos claves de los capítulos:

1 Las manos del Señor Ottermole: las manos del estrangulamiento.

2 De Mortuis: la zanja.

3-4-5 Yo maté al Conde: las confesiones.

6 Toby: lo que lleva tapado (según ella, un bebé; realmente, un gato)

7 Rodeados de niebla: el miedo a sentirse sola.

8 El día del juicio final: la carta Reina de Picas-Jota de Picas

9 Sábado lluvioso: el palo de croquet.

10 Encúbreme: el paquete.

11 El rosal: el rosal donde está enterrado el marido.

12 Pesadilla en 4D: sótano.

13 Mi hermano Richard: el asesinato por detrás.

14 Nadie es tan ciego: la marca de nacimiento.

15 El chiflado: el bolso con las joyas.

16 Malicia doméstica: la taza con veneno.

17 El secreto del Sr. Blanchard: el encendedor plateado.

18 Matar con amabilidad: el anillo.

19 Un negocio mejor: las víctimas a las que hay que matar.

20 Jonathan: la botella de brandy con veneno.

21 Conversación sobre un cadáver: el veneno.

22 El veranillo de San Martín: el seguro de vida del cónyuge.

23 Un hombre muy querido: la falsa identidad.

24 Una milla más: el maletero y la luz estropeada.

25 El cuerpo de John Brown: la firma falsa de George Washington.

26 El esposado: la llave de las esposas.

27 Lo más gracioso de todo: el papel que tiene que representar.

28 El número 22: el insignificante robo.

29 El círculo vicioso: el cargo de “protegido”.

30 Padre e hijo: el sótano y el dinero de la recompensa.

31 El indestructible Señor Weens: la parcela en el cementerio (y las escaleras).

32 La botella de vino: la botella de vino.

33 Uno para el camino: el café con el azúcar envenenado.

34 Los tres sueños del Señor Findlanter: las fantasías de Findlanter

35 Gente peligrosa: la sala de espera de la estación.

36 La noche del fin del mundo: la hora 11:45.

37 Martha Mason, estrella de cine: la propia imaginación de la protagonista.

38 La cápsula de tiempo de West Warlock: el caballo.

39 Dormir un poco: el parecido de la protagonista con la mujer asesinada.

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